"Los jovenes emigraron a Lima casi todos; tras ellos las muchachas resolvieron tambien ir "a buscar la vida" en la capital. La hija de un anciano pobre podía en la gran ciudad emplearse de sirvienta en una casa grande y no ser vista jamás por un compoblano. Acudia a las fiestas de los clubes provincianos, al de los pueblos vecinos, los sabados que podia obtener permiso de sus patrones y se divertia. No se le preguntaba de su trabajo, y si algun mozo se interezaba por ella, la joven podia dar una dirección falsa o sitar al pretendiente en otra fiesta o en un parque próximo a la casa de los patrones. Se sospechaba en seguida cuál era, en ese caso, el trabajo de la muchacha, pero en Lima tal condición no disminuia su categoria social, porque los jovenes que acudían a esas fiestas, salvo raras excepciones, trabajaban en ocupaciones equivalentes: eran obreros de fábrica, empleados de baja categoría de las grandes casas comerciales, policias, choferes"....
"En la gran ciudad los emigrados al fin se encontraban, porque en realidad se buscaban. Y concluian por organizarse en clubes, según el nivel social que pertenecieron en sus pueblos, y segun la categoria de esos pueblos"...
.."Conservaban un intercambio activo con sus pueblos de origen y se convertian en sus defensores y benefactores. Pueblos y comunidades de los muy empobrecidos de tierreas tenian en Lima a la mayor parte de sus habitantes. Ellos formaron clubes fuertes que reunian en la capital dinero suficiente para construir escuelas, caminos, instalar plantas electricas en sus pueblos y tierra natal. Se constituian en nucleos compactos que añoraban el "lar nativoy", en locales alquilados o propios, simples campos cercados o rusticos edificios de las barriadas, celebraban sus fiestas patronales reproduciendolo fielmente todas las costumbres, en danzas, comidas y procesiones"...
Jose maría Arguedas
Todas las sangres 1964 capitulo IX pgs. 427-428.
Arguediana